Llega fin de año y una vez más los suplementos literarios nos avasallan con las infaltables listas de éxitos: lo mejor de 2009. Siempre hago parada y fonda en Babelia, ni que sea por tradición y por lo poco que le pueda quedar al suplemento de canon más o menos asumido por todos. Él sigue vendiendo esa pose y acabamos por hacerle un poco de caso.
La lista de los top twenty no pinta nada mal, ¡ya quisiera yo un 6 de enero que me sorprendiera con este medio metro de estantería nada más saltar de la cama! (pero ya se sabe que los padres no existen y que todo es un montaje de los Reyes Magos). Para que no tengan que ir del País a la Senda a golpe de click, aquí despliego el listado completo:
1 Anatomía de un instante. Javier Cercas (Mondadori)
2 La noche de los tiempos. Antonio Muñoz Molina (Seix Barral)
3 Indignación. Philip Roth (Mondadori)
4 Aquí. Wislawa Szymborska (Bartleby)
5 Historia de mi vida. Giacomo Casanova (Atalanta)
6 Sudeste. Haroldo Conti (Bartleby)
7 Un armario lleno de sombras. Antonio Gamoneda (Galaxia Gutenberg/Círculo
de Lectores)
8 Cartas. Emily Dickinson (Lumen)
9 Aquí empieza nuestra historia. Tobias Wolff (Alfaguara)
10 Mitologías de invierno. El emperador de Occidente. Pierre Michon (Alfabia)
11 Poemas de amor. Anne Sexton (Linteo)
12 Los días contados. Miklós Banffy (Libros del Asteroide)
13 Elevación, elegancia y entusiasmo. Francisco Casavella (Galaxia Gutenberg/Círculo
de Lectores)
14 El ruido eterno. Alex Ross (Seix Barral)
15 Mecanismos internos (Ensayos 2000-2005). J. M. Coetzee (Mondadori)
16 Nocilla Lab. Agustín Fernández Mallo (Alfaguara)
17 Ejemplaridad pública. Javier Gomá (Taurus)
18 El Día D. Antony Beevor (Crítica)
19 El factor humano. John Carlin (Seix Barral)
20 Tres vidas de santos. Eduardo Mendoza (Seix Barral)
Realmente, la presencia de ensayos con todas sus extensiones (memorias, correspondencias) entre los 20 mejores libros del año es abrumadora. Y considero un acierto obligar a los críticos y periodistas a no delimitar géneros y a presentar listas de diez obras (sin adjetivos) que les hayan interesado, extasiado o que recomienden vivamente. Al abrir esta senda también me propuse no reducir el espectro a la literatura, por mucho que ésta dé más juego a la hora de comentar textos: ya se sabe que la imaginación y la creación artística rompen más fronteras que la simple descripción de la Historia o de la realidad.
Pero de un tiempo a esta parte (tampoco sería capaz de poner fechas a un proceso que se palpa y se huele) las librerías han ensanchado sus espacios para el ensayo, mientras muchos novelistas han cruzado la fina línea de la invención para dedicarse a hurgar entre nuestro pasado reciente. El éxito de autores que cultivan el ensayo o el memorialismo más clásico (Beevor, Longerich, Grossman, Dawkins, Friedländer...) ha coincidido con el auge de la autoficción o de las "falsas novelas" (Marías, Vila-Matas, Cercas, Goytisolo, Roth...) y la calidad ha venido más de esta corriente que de los que han permanecido estáticos en sus corsés. Nada sorprendente, pues, en esta lista de libros.
¿Habría que sacar alguna conclusión más sociológica ante el triunfo del ensayo? Mi visceral escepticismo me impide ver si la fuga de lo mágico a lo real es síntoma de algo mayor, pero no hallo razones para tal efecto: la crisis es muy reciente y lo del ensayo viene de más atrás; ya no puedo utilizar en 2009 adjetivos como finisecular (que para explicar tendencias queda muy chic), y por si fuera pcco, no veo que nos hayamos vuelto todos más ansioso por conocer la Verdad (dicho sea con todo el énfasis científico posible).
Confío en que esto tampoco sea una moda pasajera y que al final todo se deba a una comunión azarosa, aquí y ahora, de buenos autores y buenas obras. Y de lectores atentos que, hartos de la empalagosa ñoñería que también nos invade, buscan salidas que nos alimenten el intelecto. Y ya ven que, al final, también me he tenido que poner sociológico.
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Ya tengo nuevo empeño para el próximo año. Comenzaré a escribir un diario desde el primero de enero, sin interés alguno por publicarlo. Por el mero placer de escribir. Nada de intimidades huecas: ideas fugaces, descripciones de instantes bellos, comentarios breves de lecturas (unas notas al margen), diálogos posibles, intentos por comprender lo que me rodea. Como todo propósito de año nuevo, está destinado al fracaso, pero sirve para mantener viva la esperanza cuando el año viejo ya sucumbe con todo el peso de lo vivido. Dejen que al menos escriba la primera frase, y que sea mi primer y mejor fracaso del año.
(Regresamos en 2010)
lunes, 28 de diciembre de 2009
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3 comentarios:
Mas o menos acertadas, todos andamos haciendo listas estas fechas y ojeando las de los vecinos por puro chafardeo, veo que no el caso de este blog, con lo convencido que venia yo! En fin, yo al contrario que usted no pude resistirme y acabe sucumbiendo a Providence, que espera ya en el montón de lecturas pendientes, y vi de refilón Fin, que pinta estupenda, aunque no se fuera conmigo. ¿ya esta usted por Barcelona?
Saludos.
Que ud. disfrute con sus lecturas que deseamos sean provechosas este 2010. Un abrazo... y Feliz Año.
La Barcelona invernal es la que prefiero, como esta de hoy: gris, saliendo ya del derroche festivo y amenazando con un frío crudo a partir del jueves. Sí, estoy en Barcelona.
Feliz lectura a todos.
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