martes, 16 de junio de 2009

Bloomsday

Échenle la culpa a él

1. Un Bloomsday sin nadie al otro lado de la línea. Esta mañana he realizado mis primeras llamadas por el móvil / celular y no escuchaba la voz de nadie, aunque mis interlocutores sí me escuchaban a mí. Un detalle mágico, sin duda. La falla mecánica (no hay otra opción que llevar el aparato al taller) no puedo verla de otra manera que como un signo, un indicio de algo que todavía se me escapa. Mi voz hablando al vacío, sin correspondencia posible. Alguien al otro lado quizá diciendo "te escucho!" o bien "sí, sí, dime" y yo implorando intuir algún sonido o una voz identificable, un ruido siquiera. Nada: un día completo en ausencia para los demás.

2. Un hachis parmantier para el almuerzo, que ya es pedir en Managua. Mi dieta no admite el frijol diario: lo combino con cocina francesa, catalana o italiana, según las ganas y los restaurantes al alcance. El Ratatouille, un pequeño bistró a orillas de una fea plaza comercial, es uno de los escasos ejemplos de cocina económica, internacional y de calidad. Precio del menú: entre 5 y 7 dólares, sin postre.

3. Metablog


4. Llego a casa a las 6 de la tarde: una enorme rama de uno de mis árboles obstruye parte de la calle, probablemente rota a causa del paso de un camión alto. Imposible arreglar el desaguisado desde el pavimento. Cojo un machete, subo a la tina de mi camioneta y comienzo la tarea: corto una por una las ramas salientes desde la raíz, en una tarea que me exige un esfuerzo descomunal. En ocasiones menos urgentes tengo a un jardinero que hace el trabajo con una pasmosa facilidad, pero yo advierto mi total incapacidad para estos menesteres. Consigo mi objetivo, pero al precio de un fuerte dolor de brazo que mañana pasará factura. Y las ramas, moribundas, en el patio como restos de un despojo natural y único.

5. Temperatura máxima del día: 29.3 grados, y una humedad del 96%. Aun con estos registros, no ha caído ni una gota.

6. El peor anuncio del año: los chocolates Hersheys anuncian, en grandes rótulos en las principales avenidas, que la felicidad es que la película sea mucho mejor que el libro. Textualmente.

7. 10:30 pm, hora de lectura y no de estar tecleando en un blog. Bloomsday is dead.

8 comentarios:

Gemma dijo...

Me ha gustado, en especial, ese comienzo del día sin nadie al otro lado.

Portnoy dijo...

Lo que hace curioso este fluir de bloomsdays distintos es comprobar que personas a las que "conoces" realizan actividades insospechadas y otras, que supones lejanas, comparten actos cotidianos. Por ahí debería estar la esencia de la literatura, en la nada cotidiana y, al mismo tiempo, universal.
Jacobo, muchas gracias por colaborar. Todo un placer

Portnoy dijo...

Ahhh y disculpa la tardanza
(este no hace falta que lo publiques)

JacoboDeza dijo...

Aquí se publican hasta los comentarios al margen, especialmente si vienen de gente promotora de iniciativas joyceanas. A estos, los primeros.

Enhorabuena, una vez más.

Juan Carlos dijo...

La hora de lectura es sagrada, incluso por encima de la escritura (de blogs, en este caso). Estupenda la entrada

Beatriz dijo...

Ha sido una entrada deliciosa. Por el platillo que no conocía, menos mal que he visto la foto ya desayunada, que si no hubiera sido tortura, y por esa imagen tuya abriendote paso con un machete en Managua. Muchas gracias por compartir tu bloomsday, Jacobo. Es un gusto volver por este blog que ya he tenido muy abandonado. Tendré que ponerme al corriente.

Por cierto, he vuelto al nick del foro Marías, que no es otro que el de la vida (en otros pagos, Loriana :)).

JacoboDeza dijo...

Soy yo el que tengo muy abandonado el blog, y es que mis ocupaciones se han incrementado a niveles poco recomendables. Y encima con un golpe de estado a poco más de 200 km de mi casa, por si faltaba algo.

Bienevnida por aquí de nuevo!

Unknown dijo...

Ando por tu blog. Muy bueno. El mío, modesto y recentísimo: nadaquedecirte-blanco.blogspot.com
Saludos.