martes, 2 de agosto de 2005

Monsieur Pain vs. Una novelita lumpen

Con la admonición de Bolaño y el perpetuo socorro de Marías (ya, desde el primer día, santos laicos de la senda), abrimos a machetazos el camino. Quitamos las ramas secas, cortamos las lianas y nos adentramos en la espesura literaria.
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Un alter ego publicó en su día ciertos comentarios sobre Moniseur Pain en El bosque, como punto de partida para una lectura de la obra completa de Bolaño. En otro excelente blog se dio puntual cuenta de un diagrama publicado en la revista "Pie de Página" sobre las correspondencias entre la bibliografía del autor chileno. Valgan estos dos datos, si no para justificar, sí al menos para argumentar el porqué de mi presente lectura de Una novelita lumpen, iniciada justo este sábado.























No añadiré nada nuevo sobre Monsieur Pain a lo ya dicho en el lugar aquí mencionado, al menos de momento. Pero sí es adecuado plantear ya qué impulsó al autor del diagrama a situar estas dos novelas en un plano de relación directa. Apunto algunas ideas, aun sabiendo que estoy en pleno work in progress y que en unos pocos días puedo cambiar de parecer:


  • Las ciudades no sólo como trasfondo de la historia sino como lugares determinantes en la conducta de los personajes. El caso de Monsieur Pain es obvio: ese París años 30 es fundamental para la credibilidad de la historia, no se concibe la novela en otra ciudad o en otro tiempo. No hay página en que una mirada, un olor o un sonido sean ajenos al paisaje que todo lo envuelve. En Una novelita lumpen, Roma se erige como telón de fondo de una trama casi neorealista, y esa Roma promete de nuevo ser un personaje más. Los dos jóvenes protagonistas se me antojan más napolitanos que romanos, pero sin duda pertenecen a esa magia italiana de conocer a gente única e indisoluble, caracteres passolinianos, en calles sucias y balcones de ropa tendida.
  • El estilo como interelación literaria, más que la propia trama. Un Bolaño en ambas novelas de frase corta y maneras concisas, sin aditamientos innecesarios.
  • La mirada sorprendente, ya como marca de la casa, y que quizá sería un dato imputable a todo el diagrama. Es decir: el enfoque original de situaciones, cotidianas o no, que elevan a categoría lo que no pasarían de ser unas escenas que simplemente estructuran una historia. No hay que pasar de la primera página para encontrar un ejemplo en el libro que tengo entre manos: un accidente automovilístico, muertos, un coche convertido en un amasijo de hierros, y el hijo que pregunta por el color de la carrocería, ahora tan distinto: no hay sarcasmo, sino un quebrantamiento de las leyes racionales que consiguen mantener la atención del lector y hacerle preguntarse sobre cada escena que lee. No hay dato baldío, lo más insignificante puede incorporar una lectura oblicua que nos deja perplejos y, a la vez, satisfechos como lectores y detectives.

Hay que pensar en esta obra también como una especie de novela de encargo. Publicada por Mondadori, se inserta en una colección que, al inicio del nuevo milenio, mandaba a autores hispanoamericanos a descubrir ciudades y a contárnoslo de la manera que quisieran. Bolaño fue a Roma y escribió Una novelita lumpen: la lectura prosigue y volveremos a ella otra vez.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Aunque es de día, me permito entrar a saludar, a dar las gracias por sus mensajes que tanto me cultivan y me ilustran, por citar aquí mi bosque recoleto e incluso por colocar su enlace del modo generoso que le caracteriza.

Espero seguir leyéndole, disfrutando de sus comentarios y de su compañía en las largas y solitarias noches de mi vida.

Gracias de nuevo y feliz andadura.

Anacrusa

Portnoy dijo...

Vaya, por fin te decidiste, JacoboDeza.
Leo con atención tus comentarios sobre Bolaño. Pero me temo que en el diagrama bibliográfico del chileno nuestros pasos no se cruzan. Acabo de terminar Pista de hielo y debo confesar que tanto Una novelita lumpen, como Mr Pain, pertenecen a mi lista de debe. Pero todo llegará, supongo.
Espero que esto sea el inicio etc...

Un saludo
Portnoy

(Hola, Ana ;) )

Anónimo dijo...

¡Hola Ad! Vamos de la manita a todos sitios. Al fin esto es un pueblito, pero ya me dirás cómo te enteras de estas cosas, que has escrito aquí casi antes que Jacobo. A ver si esta vez nos dura.

En mi modestia debo decir y digo que a mi Bolaño sí.

Anacrusa

Anónimo dijo...

Burra soy. Abacrusa, Abacrusa... anda que...

JacoboDeza dijo...

Iba a corregir lo de Abacrusa, si es que se puede (todavía no conozco completamente hasta dónde llegan mis poderes), pero qué caray: esta es una senda libre, y los errores la hacen todavía más libre.

Portnoy: mis primeros pasos en Bolaño son completamente azarosos. Me regalaron hace pocos años Monsieur Pain y lo tenía pendiente en un cajón. Decidí iniciar la ruta por ahí, teniendo en el mismo cajón otras obras, esas sí compradas posteriormente. Luego el diagrama me obligó a seguir con Una novelita lumpen, aunque me estoy temiendo (y eso también lo indica el diagrama) que queden un poco descalzadas con el resto: ya habrá tiempo para comprobarlo. Después quizá me meta con los cuentos de Llamadas..., y por ahí quizá empiecen a cruzarse nuestros caminos.

A(n)acrusa, se agradecen los agradecimientos, convenientemente ampliados en otros lares y en otros privados.

Anónimo dijo...

Corrija, corrija lo de Abacrusa y así practica y ve cuáles son sus poderes, pero ya de paso, quite el mensaje en que me hago lenguas de lo burra que soy, que quedaría raro.

No deje de tenernos al tanto de sus avances con Bolaño, por favor. Seguiré atenta. No se comentar lo que leo, pero me encanta que me comenten lo que leo ;-)

lukas dijo...

HOla Jacobo, aquí estoy, visitando tu apetitoso blog, y gracias por el enlace... De momento me temo que estoy en el purgatorio de Bolaño, pues sólo leí "Los detectives salvajes", pero qué ración más buena..., seguiré con sus relatos, creo, y si puedo encontrar estas dos que dices, pues también, antes de llegar a la cumbre... Portnoy también está siendo un buen guía. Así que algún día nos encontraremos en uno de esos hoteles, de mala muerte, ¡o no!

JacoboDeza dijo...

Lukas: intento no perderme ningún post de tu blog, me parecen excelentes. Creo que alguna vez dejé alguna huella por ahí, pero no como Jacobo (lo mismo le digo a Portnoy).

Creo que entre todos y pieza a pieza podemos ir componiendo un puzzle de lecturas e interpretaciones sob re Bolaño. Me gusta que ahora sea todo tan azaroso, cada uno aportando algo y creando una especie de rizoma deshilachado, sin orden aparente. Sé bienvenido por aquí.

[Ana: por ahora puedo eliminar comentarios completos, pero no fragmentos. Si elimino el tuyo se pierde el hilo y el sentido de los siguientes: tendrás que cargar de momento con tu apelativo, que curiosamente coincide con cierta imagen buñueliana con que nos ilustró el amigo de arriba :-)))]

Anónimo dijo...

No, si a mi no me importa nada; era para que te quedara sto limpito. No se a qué te refieres con lo de la imagen buñueliana con que nos ilustró el amigo de arriba.

Saludos.

Anacrusa

lukas dijo...

Jacobo, estás en todo: gracias por lo de rizomas, por pensar y contar conmigo, y por el guiño sobre la imagen buñueliana... La memoria, ¡la bendita memoria, y el humor negro!

Anónimo dijo...

Mucha suerte en el camino por la nueva senda, Jacobo. Ya volverán los días en los que yo pueda retomar a RB. Llamadas ha quedado como deuda pendiente y hace poco me han regalado Amberes y así se va perfilando mi ruta. Me salto un poco las sugerencias del diagrama que hemos conocido gracias a Portnoy (por cierto, no te pierdas las nuevas líneas de relación en una versión actualizada que nos presenta hoy P. en el blog), pero es lo que tengo a mano, así me apetece y ya hablaremos. Por cierto, escondida en el diagrama está Amuleto, que sé que pone en el centro de la narración a Auxilio Lacouture, uno de mis personajes favoritos en Los detectives. Ya veremos si puedo conseguirla, me encantaría leerla. Quizá ha sido ese énfasis de Belano al afirmar lo mucho que lo conocía Lacouture desde sus primeros días en México, además de la historia de la propia Auxilio, lo que me atrae de ella.

Gracias por seguir hablando de Bolaño, Jacobo, y lo mismo va para Portnoy. Como le decía a Portnoy un día, nunca se podrá hablar lo suficiente de Bolaño. Tenemos una gran deuda con él.

Lo dicho: mucha suerte. ¡Ah! Y dale las gracias a tu familiar. Gracias al aviso que ha puesto en El Bosque he sabido del nuevo chiringuito. No todos tenemos las habilidades detectivescas de Portnoy (Mucho Marlowe últimamente; se ve ;)).

Magda Díaz Morales dijo...

Apenas inicio mis lecturas sobre Bolaño, tenía prejuicios sobre su obra, una anécdota que me sucedió al respecto los provocó. Pero he decidido leerlo, definitivamente.

Gracias por tu texto, me ayuda mucho.

Muchos saludos.

JacoboDeza dijo...

Muchas gracias, Loriana y Magda, por vuestros comentarios: aunque un blog sea un placer muy personal, siempre reconforta saber que alguien por ahí escucha y presta atención, y eso anima a seguir.

Loriana, ahora me doy cuenta de lo cerca que estoy todavía de la línea de salida en mi ruta: me apasiona eso que tú y otros van contando sobre personajes que reaparecen, voces que se repiten, narradores múltiples. Mi arranque todavía orilla esas complejidades y todavía piso terreno firme. De hecho, apenas voy pisando los prolegómenos de una senda que promete ser fructífera.

Magda, sería interesante conocer esa anécdota que te impedía adentrarte en Bolaño...

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Hola Jacobo.

Aunque llego tarde, llego.
Leer a Bolaño, es anhelar que no termine lo que está en el libro.
Tan fresco y diverso...

Sigo en contacto.

Roberto Iza Valdés dijo...
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Anónimo dijo...

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Francisco de Zárate dijo...

alguien sabe donde puedo conseguir "una novelita lumpen"? gracias