miércoles, 18 de noviembre de 2009

Un solo rostro

Esta noticia bastaría para un solo post: Alfaguara edita Tu rostro mañana en un único volumen, que es lo que yo estaba esperando para iniciar la relectura de la novela. Una única novela, nunca está de más repetirlo.



Pero es que además El País anuncia para mañana, 19 de noviembre, una entrevista con el autor, así que no saldrá otra palabra de mis dedos hasta que no lea sus declaraciones. Luego edito mis comentarios.

(19-11-09)

La entrevista, que no se publica como una secuencia de pregunta-respuesta, es una selección de siete comentarios de Javier Marías, insertados bajo el título de cada uno de los capítulos de Tu rostro mañana, algo puerilmente. Sigamos el juego y comentemos:

Fiebre: Un escritor que aborrece las novelas largas ha escrito una, que sigue siendo considerada por tantos como una trilogía. Esta reedición en un solo volumen supone la corrección de "uno o dos errores" que quedaron en la edición original, por lo que ya veo las caras demacradas de ciertas fierecillas al ver que sólo uno o dos errores de los miles que ellos detectaron han sido corregidos. Lo importante es tener en las manos la prueba palpable de que el libro es uno, por mucho que la noción de página sea cada vez más relativa ante tanta pantalla táctil.

Lanza: Me parece sanísima la insatisfacción del artista ante su obra. De hecho, cada vez me revienta más la relamida frase de considerar lo último escrito como lo mejor, aunque sea con retranca. Pero lo evidente, ante cualquier lector sensible y atento, es que Marías ha escrito su obra maestra, y no creo que haya muchos autores que puedan llegar a pensar eso en vida, siendo conscientes de que lo creado pervivirá. En 80 años como media de vida de un español ya es difícil escribir una obra magistral, por lo que no podemos esperar nada que iguale a esta novela.

Baile: Hay un tono equívoco en esta declaración, pues en general Marías ha sido un polemista incansable y no ha soportado bien las críticas, o las ha respondido directamente y en público. Puede que haya un desdén hacia el elogio, pero el derecho al pataleo lo ha ejercido, especialmente ante el plagio o la versión fílmica no canónica.

Sueño: Esta es una de las claves de la fuerza narrativa del autor, y uno de sus sellos más característicos. No puedo evitar la comparación con la dramaturgia de Skakespeare, que yo he conocido más en escenarios que en libro (no sé cuántas versiones de Hamlet habré visto y escuchado, decenas). Los grandes temas de siempre y de toda la humanidad son los que producen grandes obras artísticas, más allá de los dos únicos temas reales que existen (el amor y la muerte): el engaño, la sospecha, el secreto... Así, por ejemplo, cuando alguien que todavía no ha leído Corazón tan blanco (¡benditos él o ella!) me pregunta de qué trata, esperando quizá que le desvele alguna trama apasionante, digo invariablemente que del secreto. Me quedan mirando intrigados, pensando en si les estoy vendiendo un tostón o no. Pero es la única respuesta posible.

Veneno: La última página de EPS es indisociable a la imagen que muchos tienen hoy de Marías: el engreído, el posesor de la verdad, el altivo. La ha cultivado con esmero, sin duda, pero como solo pueden hacerlo las personas inteligentes. No hay nada peor que un engreído obtuso, pues lo primero acaba por reforzar lo segundo. Marías expresa sus convicciones à la Bernhard, con la puntillosidad del que tiene argumentos y razones, pero además herramientas verbales para tocar donde duele, ya sea en la cartuchera de Chávez o en la bragueta de Berlusconi. Lo malo sería que esa faceta anulara la del novelista, o invadiera su obra literaria, y por ahora no hay de qué preocuparse.

Sombra: ¡Nunca digas no escribiré jamás! La evidente novedad es la voz femenina que leeremos algún día. Hace unas semanas dialogaba a través de huellas con una lectora del blog, que consideraba esencialmente masculina la narrativa de Marías por su "represión sentimental". Me dejó pensativo y todavía le doy vueltas a ello, pero en el fondo creo que es cierto. Será de gran interés conocer esa voz de mujer y si se expresa con los mismos tics que mi alter ego, por ejemplo, cuya cadencia de pensamiento y de obsesiones deben ser irremediablemente varoniles.

Adiós: Al Reino de Redonda habrá que agradecerle de manera eterna la recuperación y descubrimiento para muchos españoles de Ibargüengoitia. Y en lo que se refiere a las palabras, en América Latina perviven múltiples vocablos que en España ya han caído en desuso, y que son un feliz reencuentro con la lengua de hace un siglo. Que los académicos viajaran por estos lares sería también una excelente fuente de conocimiento.

La foto de Gorka Lejarcegui es la del despacho que nunca podré tener:

3 comentarios:

Laura dijo...

O el volumen viene en letra pequeñísima y lo venden con soporte de madera .....

Raúl dijo...

Esta gente de Alfaguara tiene mucho cuento... Hace un par de años ya editaron los 3 volúmenes en una caja, en la que se incluía un librito con las anotaciones de Deza sobre diversos personajes (reales y ficticios, creo recordar).

Ahora publican los tres tomos en uno, y así ganarán dinero pero harán más difícil la lectura.

En cualquier caso, se agradece la entrevista y el anuncio de una nueva novela.

Por cierto, yo disfruté mucho cuando releí tu rostro mañana. Espero que tú también.. l

JacoboDeza dijo...

Parece que el libro es una edición bastante cuidada, pero hasta mediados de diciembre no lo podré comprobar. Está claro que no es para llevar en la mochila, sino para lecturas reposadas en butaca o sofá.

Lo de Alfaguara puede tener delito (comercial), pero este final se veía venir, y no caí en la trampa de la caja.

Ahora sí tendremos el formato más lógico, que Marías no quiso presentar en su momento para que algunos lectores (su padre entre ellos) pudieran leer los dos primeros capítulos.