1. La encuesta del CIS. Más de la mitad de los españoles no sabe lo que es el libro electrónico. ¡Y yo entre ellos! Sólo un post más abajo decía que la lírica de los tiempos posmodernos era mucho mayor que la cruda realidad de la página escrita y la tinta. En este caso sería un error advertir en esta estadística una prueba más del incorruptible analfabetismo del españolito medio en cuestión de nuevas tecnologías. No: si más de la mitad no oyeron hablar del libro electrónico es por la sencilla razón de que el libro electrónico no existe. Es decir, existe en la mente de sus creadores y supongo que en Amazon.com, pero su utilidad continúa siendo un misterio.
2. Más sobre la encuesta. El 39,4 % de los españoles no lee nunca o casi nunca. La eterna cuestión sobre la necesidad de que todos lo hagamos todo: ir al cine, al teatro, a la ópera, y encima leer un libro. Y ya no digamos ponerle el pañal al niño entre página y página. Ciertamente, a más educación se supone que la población será más letrada, y en este caso sí que aplica la ecuación de porcentajes de lectura versus nivel educativo. Pero me niego a considerar la lectura como una obligación incuestionable y como un claro síntoma de algo. Que un 60,6 % lea es una cifra impresionante. Y si no, pregúntenle a Fumaroli: punto 3.
3. Dice Marc Fumaroli: "Y me he dado cuenta de que estamos sumidos en un régimen de imágenes, en principio, feas, sin futuro, de una materia pobre, digital, que se emiten en pantallas, que son efímeras. Y están por todos lados, nos asaltan desde que nos levantamos de la cama. Y esto condiciona nuestra imaginación, la constriñe". Sabias palabras. Leer entre este magma desbordante (cultura pizza, la etiqueta) es una heroicidad. Por ejemplo, a él mismo en 2010: París-Nueva York, ida y vuelta. Viaje a través de las artes y las imágenes, un libro imprescindible para ir llenando la cesta.
4. Aunque toda lista y todo canon acaban siendo ridículos y devorados por la siguiente lista y el siguiente canon, intento no perderme ninguno de los intentos. A este de Newsweek, el penúltimo, hay que reconocerle ambición y atrevimiento, aparte de la anglofilia que ya se le supone. Los 100 mejores libros de la historia, ahí es nada. Los primeros son Guerra y Paz, 1984, Ulises, Lolita y El ruido y la furia. Por delante de Homero, Proust, Shakespeare o Flaubert, y observo en un rápido vistazo una desbocada tendencia a sobrevalorar lo escrito en el siglo pasado. Pero basta un detalle simple para desmoronar la torre de libros: no está el Quijote por ningún lado.
Postdata. El día 20 de julio comienzo un viaje que me llevará a Cuba y Haití. No voy de vacaciones, como los miles de turistas que me rodearán impunemente, sino a otros quehaceres. Imagino dificultades varias para actualizar el blog, pero espero mantenerles informados con alguna postal furtiva.
La fiesta del aguafiestas
Hace 1 hora
1 comentario:
No solo hay que echarle una ojeada a la lista en sí, sino a los comentarios de los lectores: son lo mejor, pues nos recuerdan que no solamente falta Cervantes, sino Melville o Ayn Rand, hoy tan injustamente olvidada.
Publicar un comentario